miércoles, 13 de enero de 2016

Los Bonos CIEN, instrumento de privatización educativa

Los Bonos CIEN, instrumento de privatización educativa
Ismael Contreras Plata

Peña Nieto recientemente emitió la primera etapa de los bonos, llamados Certificados de Infraestructura Educativa Nacional (CIEN), equivalentes a 8 mil 581 millones de pesos; con el supuesto de que este dinero será utilizado en “el equipamiento y modernización” de 16 mil escuelas de educación básica.

En primer término es necesario señalar que esta acción se debe a la denuncia permanente que han hecho los profesores de todo el país. Denuncia que ha señalado las carencias que tienen decenas de miles de escuelas en todo el territorio nacional; en efecto, miles y miles de edificios escolares carecen de los aspectos más elementales para su funcionamiento, como agua potable, drenaje, baños, luz; de hecho muchas escuelas se encuentran en un estado de deterioro tan lamentable que parecería que estamos saliendo de una guerra; para evidenciar lo anterior basta entrar en ellas y nos encontramos con vidrios rotos o faltantes en las ventanas, ventanas que no funcionan puertas a punto de caerse, pupitres desvencijados, pizarrones rotos etc. Todo ello con un aspecto lúgubre. Podemos deducir que, sí las escuelas no cuentan con los aspectos elementales mucho menos cuentan con los aparatos más avanzados para impartir clases, como laboratorios, aparatos para prácticas, bibliotecas, proyectores, señal de internet etc.

Ahora bien, contradictoriamente a los profesores nos vienen exigiendo desde hace años que debemos
trabajar con lo que pomposamente se le denomina las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación), sin embargo, como podemos ver las escuelas no cuentan con computadoras, proyectores y mucho menos con internet y en las pocas escuelas que hay estos medios o funcionan mal o están descompuestos o son insuficientes para la matrícula escolar, por consiguiente, por más que el profesor trate de trabajar las TICs no puede porque no existen las condiciones para esto. 

En otro orden de ideas,  algunas personas bien intencionadas podrían aplaudir porque ahora sí, con la emisión de bonos y el proyecto CIEN, el gobierno va a cumplir con su responsabilidad de proporcionar la infraestructura educativa para un adecuado funcionamiento; no obstante, este proyecto tiene todos los propósitos de privatizar la educación. Puesto que la emisión de bonos, en primera instancia, es un gran negocio para los inversionistas ya que la tasa de interés será del 8 por ciento fijo anual; mientras que la tasa promedio que dan otros instrumentos financieros de México no es mayor que el 4 por ciento anual; en consecuencia, el gobierno dará un premio del doble de utilidades a quienes adquieran los bonos CIEN, favoreciendo con ello a la iniciativa privada.

En segundo aspecto, la emisión de los bonos CIEN, se convierte de facto en una deuda que a mediano plazo tendrá que pagar el gobierno mexicano; lo que sigue ya lo conocemos de antemano: el gobierno dirá que debido a que no tiene recursos para hacer frente a sus compromisos por los servicios de la deuda  pondrán en subasta, a los inversionistas, las instituciones educativas; terreno, edificios, anexos etc.  Lo que en los hechos será una privatización de la educación. 

Por lo anterior los profesores, junto con los padres de familia, somos los únicos que quienes a través de la movilización podremos detener estos procesos privatizadores y defender con ello, la educación pública, gratuita y de calidad. El gobierno y los empresarios cuando participan en el proceso educativo lo hacen buscando ganancias, ya que para ellos la educación es un negocio. 

¡Todos a Defender la educación pública!
 ¡No a la privatización de la Educación!

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