Las lecciones de Puerto Pobre, conocido como Puerto Rico
Ismael Contreras Plata
La declaraciones misóginas y homófobas del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló fueron la gota que derramó el vaso e hizo que la población saliera masivamente a manifestar su inconformidad contra la situación que viene viviendo. Recordemos el vaso se venía llenando desde el 2015 cuando Puerto Rico declaró una moratoria a la deuda y con la destrucción que causó el Huracán María, en 2017.
En 2015 la deuda de Puerto Rico llegaba a más de 70 mil millones de dólares y el gobierno estadounidense se opuso a proporcionar cualquier apoyo económico y en su lugar estableció una Junta de Supervisión Financiera Federal; a través de la cual obligo al gobierno a establecer una serie de ajustes a la economía, lo que generó que los índices de pobreza cayeran aun más de los existente. La ya de por si crítica situación económica se vio todavía más deteriorada a raíz la destrucción causada por del Huracán María que dejó a su paso más de tres mil muertes y sin luz a inmensas capas de la población por más de siete meses.
Las lecciones
1.- Nuevamente, como sucedió en la primera década del siglo, en América Latina, las masivas movilizaciones demuestran que la población, cuando se cansa, cuando se harta de la desfachatez de los políticos, sale a manifestarse de manera tan contundente que en unos cuantos días logra derrocar a los gobernantes, en este caso bastaron once días de multitudinarias manifestaciones y una huelga general de trabajadores para que Ricardo Rocello se viera obligado a renunciar. ¡Un gran triunfo de la población!
Representa nuevamente el poder de la movilización de las grandes masas de la nación. Cuando un pueblo se cansa de las injusticias cometidas en su contra, pierde el miedo y sale a expresar sus deseos de democracias y libertad.
Esta situación pone en entredicho aquellas expresiones de grupos de izquierda que no comprenden la dinámica de la lucha de clases, que dicen que “el imperio y la burguesía tiene todo el sistema ideológico tan bien estructurado que es prácticamente imposible que la población se movilice.” Nada más falso que lo anterior, a pesar de los discursos ideológicos impuestos por la clase gobernante, cuando los trabajadores y demás clases oprimidas se deciden actuar no hay fuerza que los detenga.
2.- El estatus político de Estado Libre Asociado (ELA) no es opción para el desarrollo de Puerto Rico. En efecto, desde que Puerto Rico, pasó a ser un estado asociado a los Estados Unidos, los boricuas, han sido tratados como ciudadanos de segunda o tercera clase por el gobierno estadounidense. Puerto Rico es considerado como una gran plantación para ser saqueada sistemáticamente.
Bajo el sistema de ELA el pueblo boricua no tiene los mismos derechos que los ciudadanos del imperio norteamericano; por ejemplo, en el congreso estadounidense solo tiene un delegado, el cual no tiene derecho a voto. Por ello, Puerto Rico no es un País ni un estado, en estricto sentido es una colonia. Lo anterior, queda demostrado con la actitud de desprecio que asumió Trump, cuando el huracán María azotó la isla, prácticamente no dio ninguna ayuda e incluso llegó hace mofa de la situación al mencionar que la cifra de muertos aumentaba porque en ésta se incluía a los que fallecían por otras causas.
3.-El pueblo de Puerto Rico, ya no confía en el sistema tradicional de partidos. Es un sentir generalizado de toda la población que los partidos tradicionales son corruptos y sólo buscan beneficiarse con el poder. Por ello, una de las principales consignas expresadas por la población era: no queremos las mismas caras, los mismos políticos, los mismos partidos, pues todos ellos están asociados a la corrupción. Los ciudadanos exigen representantes de nuevo tipo; representantes que no sean corruptos y que busquen el beneficio del pueblo.
4.- Ante la caída de Rocello, un importante sector de trabajadores y campesinos, mujeres y jóvenes están planteando que al pueblo boricua, no se conforma con la renuncia de Rocello sino que la siguiente etapa de la lucha es movilizarse por la independencia de Estados Unidos.
5- Pero el gran problema al que se enfrentan las masas no consiste en como derrocar a los gobernantes, sino en el tipo de gobierno que hay que establecer, para que se inicie con la reconstrucción del país y establezca las bases para crear un gobierno de los trabajadores para los trabajadores. En otras palabras quién será el sucesor de Rocello. La gran pregunta consiste en: ¿qué hacer para establecer un gobierno de nuevo tipo? Cómo constituir un gobierno de los trabajadores, campesinos, mujeres, jóvenes que sea independiente de las clases dominantes? Para ello es importante construir un gobierno que no incluya a políticos o personajes ligados al gobierno derrocado, a través de los cuales la clase dominante que temporalmente esta arrinconada, al poco tiempo pueda restablecerse y volver a imponer su dominio. Este es el gran problema de los pueblos latinoamericanos, que en varias ocasiones, durante estas últimas dos décadas, han derrocado a gobiernos y a los pocos días la clase en el poder se repone del impacto político y retoma el control político. Hoy en Puerto Rico está a la orden del día el establecer las bases de un gobierno de los trabajadores y campesinos; un gobierno que sea independiente de la burguesía y del imperio. ¡Vivan los trabajadores y campesinos de Puerto Rico! ¡Viva Puerto Rico Independiente!
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