Que celebramos este ocho de marzo
En este ocho de marzo Día Internacional de la Mujer, no faltará, el profesor que se acerque a nosotras para felicitarnos por ser mujeres o los locutores de radio y televisión que igualmente haga mención de este día y nos felicite otros hasta nos darán flores. Pero las profesoras no tenemos nada que celebrar. Nosotras sabemos que día a día la situación de la mujer en nuestro país es preocupante. De hecho, todos los días las noticias dan cuenta de los feminicidios que se comenten en el el territorio nacional; es tal la violencia hacia la mujer que existen más de diez estados en donde se ha declarado la Alerta de Violencia de Genero contra las Mujeres
Cuando salimos de nuestra casa estamos intranquilas, angustiadas, pues no sabemos que agresión vamos a sufrir, no podemos caminar tranquilas por las calles, no nos podemos subir a un transporte público sin temor, pues sabemos que en cualquier momento podemos ser violentadas.
Cuando salimos de nuestra casa estamos intranquilas, angustiadas, pues no sabemos que agresión vamos a sufrir, no podemos caminar tranquilas por las calles, no nos podemos subir a un transporte público sin temor, pues sabemos que en cualquier momento podemos ser violentadas.
En los medios de comunicación el cuerpo de la mujer es usado como medio para vender a alguna mercancía (llantas de coche, trajes de hombre, bebidas, etc ) que nada tiene que ver con las mujeres. En este sentido vivimos en una sociedad altamente contradictoria que por un lado promueve cotidianamente el erotismo y, por otro lado, exige una abstinencia sexual, principalmente en la mujer.
Las profesoras, y cualquier mujer, estamos ciertas que vivimos en una sociedad que tiene una práctica cotidiana dominada por un sistema patriarcal. En la cual las mujeres enfrentamos una desventaja en todos los poros de la sociedad. Día a día en la casa, en el trabajo, en la escuela, en calle las mujeres estamos en una situación de desventaja de manera constante. Las profesoras, así como toda trabajadora, aparte de cumplir con las tareas de nuestro trabajo debemos de responder a nuestras funciones de madre de familia, de esposas, de amas de casa.
Las profesoras, y cualquier mujer, estamos ciertas que vivimos en una sociedad que tiene una práctica cotidiana dominada por un sistema patriarcal. En la cual las mujeres enfrentamos una desventaja en todos los poros de la sociedad. Día a día en la casa, en el trabajo, en la escuela, en calle las mujeres estamos en una situación de desventaja de manera constante. Las profesoras, así como toda trabajadora, aparte de cumplir con las tareas de nuestro trabajo debemos de responder a nuestras funciones de madre de familia, de esposas, de amas de casa.
El estado patriarcal deja en manos de las mujeres las funciones de reproducción de los aspectos de la vida cotidiana: preparación de alimentos, limpieza de la ropa y la vivienda, educación y cuidado de los.
El capitalismo desde sus orígenes ha establecido un sistema familiar monogámico donde la mujer es responsable de la atención a los niños, a los enfermos, a los ancianos; y en las últimas décadas ha reducido el poco presupuesto que tenían las instituciones públicas para atender a estos sectores de la sociedad y ha dejado en las mujeres la total responsabilidad de atenderlos.
Por lo anterior, este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, no tenemos nada que celebrar, pero si que luchar por cambiar este régimen patriarcal; tenemos que mucho que reflexionar. Ya que, ¿debemos ver cuáles son los mecanismos para lograr la igualdad social?, ¿debemos pensar qué tenemos que hacer para acabar con la violencia; nosotras podemos extirpar las agresiones con acciones individuales?
Es evidente que las condiciones de opresión que tenemos cada una de nosotras son las mismas, por eso, es necesario que nos organicemos para luchar conjuntamente contra esta desigualdad que tanto nos afecto. Como un mecanismo de protesta y del establecimiento de los mecanismos de organización muchas mujeres haremos una multitud de reuniones, conferencias, para reflexionar y discutir las condiciones de opresión y desigualdad social en el que nos encontramos. Habrá otras que a pesar de la pandemia saldrán este ocho de marzo a la calle a exigir respeto a nuestras condiciones de mujeres.
Es con la unión, la organización y la movilización de nosotras las mujeres la única manera para superar la sociedad machista que nos embarga y lograr una sociedad igualitaria
Isabel Becerril. Región 3 Estado de México
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