martes, 18 de octubre de 2016

Vigencia de una candidatura femenina, indígena y anticapitalista. Declaración de la Liga de Unidad Socialista (LUS)

Correspondencia de Prensa
18 de octubre 2016
Boletín Informativo
redacción y suscripciones


México
Vigencia de una candidatura femenina, indígena y anticapitalista
Declaración de la Liga de Unidad Socialista (LUS)
Ciudad de México, 17 de octubre de 2016

La decisión del EZLN y el Congreso Nacional Indígena de participar en los comicios de 2018 postulando como candidata a la Presidencia a una mujer indígena, es una decisión acertada que como socialistas democráticos, independientes e internacionalistas de la Liga de Unidad Socialista (LUS) saludamos y apoyamos.

La candidatura que el comunicado del CNI y el EZLN anuncian como una propuesta electoral anticapitalista y de claro desafío al conjunto de los demás partidos burgueses registrados en el INE, puede ser el referente que represente verdaderamente los  intereses de los trabajadores y el pueblo oprimido y explotado de nuestro país. Hasta hoy el mundo del trabajo no ha podido construir una alternativa electoral a nivel nacional que represente sus intereses políticos tanto inmediatos como históricos. Las direcciones burocráticas de los sindicatos y de las organizaciones de trabajadores en general siempre han llevado a éstos últimos a seguir y apoyar a los partidos burgueses como el PRI, el PAN y el PRD, principales responsables políticos de la desastrosa situación en la que se encuentra México.

La decisión del EZLN y el CNI de participar en las elecciones presidenciales del 2018 con una candidatura anticapitalista femenina e indígena corresponde a los intereses políticos de los pueblos indígenas, uno de los sectores más oprimidos, pero su vigencia se extiende a las necesidades políticas urgentes de los demás sectores de los trabajadores explotados de México. Es también una decisión que supera el abstencionismo, posición adoptada por el EZLN en los pasados comicios presidenciales de 2006 y 2012.

La situación de grave crisis social y económica por la que atraviesa el país amerita que los explotados y oprimidos digamos en la coyuntura del 2018 nuestra posición sobre ella y se oigan igualmente nuestras propuestas de organización y acción para superarla. Millones de mexicanos y mexicanas estarán dispuestos a oír y ser convencidos de propuestas que superen las posiciones decadentes y en bancarrota de los tres partidos patronales mayores (PRI, PAN, PRD) y sus acompañantes menores, incluido Morena, principales causantes de la desastrosa crisis que atravesamos, por ser los garantes del poder de los capitalistas nacionales e imperialistas. La posible campaña de la candidata presidencial anticapitalista que están proponiendo tanto el EZLN como el CNI tiene las potencialidades de ser un hito en la historia de la lucha de clases en nuestro país.

Sólo un poder desde abajo, que una a los explotados y oprimidos de la ciudad y el campo, será capaz de derrumbar el actual gobierno podrido, represor y corrupto responsable de los crímenes de estado cometidos desde Tlatelolco hasta Ayotzinapa. Sólo con la lucha intransigente y decidida de los trabajadores de las ciudades y el campo de México podrá surgir esa otra nación por la que han luchado tantos combatientes proletarios y campesinos en el pasado y hoy seguimos luchando todos los que pensamos que el pueblo de México merece un porvenir digno y no el represivo y violento estado en que los capitalistas nacionales y extranjeros nos han llevado en la actualidad.

La campaña anticapitalista a la que convocan el CNI y el EZLN puede y debe ser el momento adecuado para convocar a la fundación y fortalecimiento de un frente nacional con las organizaciones de los trabajadores (sindicatos como la CNTE, los universitarios, los mineros y demás), de los estudiantes y los campesinos e indígenas que lleve a todos los rincones del país un mensaje unitario de lucha y esperanza: sí, sí es posible comenzar a construir desde hoy mismo los fundamentos de un nuevo México, el único que merece nuestro pueblo y sus hijos, un México verdaderamente democrático, independiente, igualitario, anticapitalista e internacionalista



sábado, 15 de octubre de 2016

Constitución y universidad pública y autónoma

              La Jornada           Opinión
Constitución y universidad pública y autónoma
Hugo Aboites*
El proyecto de constitución para nuestra Ciudad de México plantea un problema grave, un retroceso de 100 años en la concepción y práctica de lo que debe ser la universidad mexicana, pública y autónoma. Lo que se propone no debería caber en la constitución de una de las ciudades del mundo donde con grandes esfuerzos se han venido creando y fortaleciendo derechos inusitados. El documento prevé que la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) quede definida del mismo modo que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, el Tribunal Electoral, el Tribunal de Justicia Administrativa y otras entidades semejantes, incluyendo lo que sería la nueva Procuraduría General de Justicia (que se llamaría Fiscalía General de Justicia). Incluida en ese grupo, se define, la UACM debe tener el mismo régimen laboral, la misma escala de salarios e igual relación con el gobierno y el Congreso que otros nueve organismos. Se presenta una definición de sus fines que en nada coincide con los que, por ley, ya tiene la UACM. Queda, finalmente, a la interpretación cómo será la designación y nombramiento de la o el rector y de los consejeros universitarios.
El proyecto, en lugar de colocar a la UACM en la parte referida a la ciudad del conocimiento, del derecho a la educación, la ciencia y la cultura, la enlista (artículo 48) como uno más de los llamados organismos autónomos, sin tener en cuenta que la autonomía universitaria fincada y descrita en detalle en el tercero constitucional es radicalmente distinta y de alcances muy diferentes. Luego, en el mismo artículo, señala que le corresponde hacer informes y comparecer ante el Congreso de la Ciudad de México. Debe, además, implementar un servicio profesional de carrera, de conformidad con las leyes correspondientes, sin respetar la facultad que tiene una universidad autónoma de organizarse y establecer relaciones con sus trabajadores (pacto bilateral) según convenga a sus objetivos. Queda sujeta a las demás (obligaciones o atribuciones) que determine esta constitución y las leyes en la materia y, finalmente, establece que “las remuneraciones del
Pero hay más: aunque se prevé que en la elección de titular (rector) y consejeros se hará una excepción, y no los nombrará el Congreso si la institución cuenta con una ley orgánica, queda finalmente como eso, como una excepción dentro de un artículo que es poco amigable con la autonomía universitaria y, además, la excepción está sujeta a interpretaciones. Así, la Ley de la UACM no tiene el adjetivo deorgánica (aunque sí los contenidos), pero ya hay quien sugiere que por eso no quedaría exenta, y se aplicaría el procedimiento que ordena que un consejo social integre la terna para rector y consejeros para que el Congreso de la Ciudad designe (artículo 48). Con esto, la universidad giraría en torno a la voluntad de partidos y gobierno. De hecho, ya el artículo 57 del proyecto establece expresamente que la UACM debe apoyar (coadyuvar) a los órganos y dependencias de la Ciudad de México (artículo 57).
a solución, sin embargo, es simple. Basta colocar a la universidad en el artículo 13 del Proyecto, donde se habla de la Ciudad educadora y del conocimiento, y allí añadir un artículo que sustituya al actual 57 y que contenga, tal cual, el artículo tercero de la ley ya aprobada por la ALDF, donde se establece vigorosamente el objeto y fines de la UACM.
Sin buscar protagonismos, la UACM ha tenido una intensa participación en las etapas previas a la aprobación del proyecto, estuvo presente y participó en reuniones oficiales de consulta y en foros académicos sobre el tema y, en respuesta a una invitación formal, la representación de la UACM presentó toda una propuesta integral de organización y conducción de la educación en la Ciudad de México desde prescolar hasta posgrado, así como varias redacciones de articulado que expresaban la importancia estratégica de la educación superior pública y autónoma para nuestra ciudad y la necesidad de cobijarla política y financieramente. No sólo esto no se incluyó, sino que ahora el proyecto nos obliga a defender lo más elemental, la supervivencia financiera y la continuación de la UACM como una universidad pública, gratuita, de libre acceso, democrática, crítica y, sobre todo, autónoma. A casi cien años de la rebelión estudiantil de Córdoba (1918), que dio lugar a la autonomía universitaria en América Latina, y después de innumerables luchas por defenderla a lo largo del siglo XX, no deberíamos estar hoy en este punto. La Ciudad de México no puede ser la que encabece, en los hechos, el proceso nacional de sometimiento de la autonomía universitaria que ya se propone a escala nacional. Si ya es muy problemático poner contra la pared a un grupo de maestros despedidos por protestar, mucho más grave será hacer lo mismo con toda una universidad.
*Rector de la UACM

El mundo va hacia la derecha, pero también hacia la izquierda

Mundo
El mundo va hacia la derecha, pero también hacia la izquierda
Emir Sader

Como los medios dan gran difusión a las olas de derecha y, especialmente, de extrema derecha, proyectan una imagen de que el mundo va hacia la derecha. Lo cual tiene elementos de verdad, pero está lejos de dar cuenta de todas las tendencias, complejas, del mundo contemporáneo.
El gran viraje a la derecha se ha producido hace algunas décadas, con el fin del campo socialista y la hegemonía neoliberal en el mundo. La fuerza de este modelo lo ha hecho cooptar a partidos socialdemócratas por todo el mundo y fuerzas nacionalistas, como fue el caso en Mexico y Argentina. La proyección de Estados Unidos como única superpotencia mundial expresó esos cambios de forma global.
De forma más reciente, otros fenómenos parecen apuntar a un nuevo ciclo de fortalecimiento de la derecha. La crisis migratoria que llegó a Europa ha expandido la extrema derecha, llegando hasta Escandinavia, mientras se consolidaba en Francia y se desarrollaba en Alemania y otros países. La votación del Brexit y la candidatura de Donald Trump en EU, así como el cambio de gobierno en países como Argentina y Brasil, es tomado como ejemplos de una nova ola derechista en el mundo.
Lo cual no es errado, pero no puede ser tomado como única expresión de las tendencias actuales, ni tampoco ser agregado a expresiones de derecha sin más. El fenómeno de Trump no es más importante, en perspectiva, que el de Sanders, primer candidato con un discurso anticapitalista que logra un apoyo sorprendente en las primarias demócratas, movilizando a nuevas generaciones como ningún otro lo había logrado. Al Brexit se puede contraponer el surgimiento de Jeremy Corbin, el nuevo líder de izquierda del Partido Laborista inglés. En la misma crisis europea, han surgido, por primera vez, fuerzas con capacidad de disputar la hegemonía a los partidos tradicionales, como Syriza, en Grecia, y Podemos, en España, aun con las dificultades típicas de la austeridad todavía predominante en el continente.
Aun fenómenos como el Brexit o el apoyo de Trump son expresiones catalizados por la derecha del descontento de amplios sectores de la clase obrera de esos países con la globalización, cuya reacción puede volver a los cauces progresistas. Al igual que la extrema derecha ha logrado, en varios países europeos, capitalizar el descontento de sectores populares contra el euro, pero que puede volverse hacia la izquierda, en caso de que ésta salga de la trampa de la política de unidad europea, con el eje en la moneda única y la correspondiente política de austeridad.
Los grandes temas de la derecha están desgastados en la opinión pública mundial, sea el modelo neoliberal, siempre derrotado en las elecciones europeas, como la hegemonía global de EU, que ha diseminado las guerras en el mundo. Los discursos con acogida popular son los del papa Francisco, Pepe Mujica, Lula, Evo Morales, Trudeau y Sanders, no los de Angela Merkel, el FMI o el Banco Mundial.
En América Latina, donde la derecha ha recuperado capacidad de iniciativa, ha tumbado gobiernos; en el caso de Brasil lo ha hecho contra inmensas movilizaciones y ha instalado a un gobierno sin ningún respaldo popular, mientras el único líder político nacional con prestigio es Lula.
En los países donde sigue gobernando la derecha hace años, como México y Perú por ejemplo, no hay gobernante que se mantenga con prestigio más que uno o dos años al comienzo de su mandato, para después ver a sus candidatos derrotados en las elecciones siguientes. Mientras los líderes populares con perdurabilidad en el continente son de izquierda: PepeMujica, Rafael Correa, Evo Morales, Lula o Cristina Kirchner.
Lo que hay es un debilitamiento de las alternativas conservadoras de la derecha tradicional, así como las representadas por los partidos socialdemócratas en Europa, o el mismo Partido Demócrata en EU, lo que hace surgir opciones a la izquierda, pero también a la derecha.
En Escandinavia se ha terminado la hegemonía tradicional de la socialdemocracia, que pierde bases obreras incluso frente a las emergentes fuerzas de la extrema derecha. En el conjunto de Europa hay una pelea entre las alternativas de extrema derecha y las de las nuevas izquierdas, frente al agotamiento de los bipartidismos tradicionales.
En la misma América Latina, la disputa es entre los viejos y fracasados esquemas neoliberales de la derecha y la capacidad de renovación y recuperación de fuerza de la nueva izquierda, que representa a las fuerzas posneoliberales. Nadie pronostica un buen futuro para los nuevos intentos neoliberales, permitiendo que la izquierda recupere capacidad de acción, por el enorme respaldo popular que la lucha contra el neoliberalismo posee.

viernes, 14 de octubre de 2016

El carácter público de la educación

La Jornada
Opinión

El carácter público de la educación
Alberto Sebastián Barragán *
La educación, por tratarse de un servicio que imparte el Estado, creó un organismo público para atender sus funciones. Hay que recordar que los primeros registros de la educación en el México independiente correspondían a la Compañía Lancasteriana, organismo de carácter particular y filantrópico que promovía la instrucción primaria entre la población desfavorecida, de 1822 a 1842, que replicó en México el modelo de enseñanza mutua que había proliferado en algunas naciones de Europa.
Desde esos primeros años de vida independiente, en el país se había mantenido la lucha entre conservadores y liberales, entre centralistas y federalistas, y según el momento de dominio de cada grupo, se fueron creando organismos para despachar las actividades de cada sector. El primero en atender temas educativos fue el Ministerio de Instrucción Pública e Industria, en 1841.
En los periodos sucesivos, las modificaciones de ministerios asociaron la instrucción pública con justica, negocios y relaciones interiores, entre otros rubros, pero lainstrucción siempre se adjetivó como pública. Todas esas modificaciones están descritas por Rodrigo Moreno (1980) en su libro La administración pública federal en México.
Para la segunda Constitución, la de 1857, por ser de corte liberal, se restauró la legalidad y se impulsó la noción de garantías individuales, entre ellas la educación. A partir de ese año, se quitó la religión católica del artículo tercero y se colocó en su lugar que: la enseñanza es libre. Entonces se cambió el anterior ministerio por la Secretaría de Estado y del despacho de Justicia e Instrucción Pública (1861); luego, Secretaría de Justicia e Instrucción Pública (1891); después, Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes (1905).
Todos esos cambios realizados en las gestiones de Juárez a Porfirio Díaz. Y con el fin de la Revolución Mexicana, iniciada en 1910, se promulgó la tercera y última Constitución de 1917. En esa última, la educación se convierte en un derecho, permanece en el artículo tercero y en la parte dogmática de la Carta Magna. Y poco después se transformó la secretaría para quedar solamente de Educación Pública(1921).
Hace poco, el doctor Roberto Rodríguez refería que México es el único que tiene adjetivada su Secretaría de Educación comoPública, lo cual nos genera ciertas reflexiones. Por un lado, es necesario que se mantenga el carácter público del servicio que constitucionalmente corresponde al Estado mexicano. Por otro, hemos visto cómo el servicio se ha desprendido de algunas de sus funciones públicas, y es necesario revisarlas.
Un ejemplo claro es la impresión y distribución de los libros de texto. Desde 1960 se entregaron los primeros ejemplares gratuitos. Actualmente, por la insuficiencia de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, para producir los tantos millones necesarios se recurre a empresas privadas que, bajo licitación, imprimen y cubren el tiraje requerido para la educación pública.
Este ejercicio del dinero público en manos de particulares está normado por el mecanismo de la licitación, que es una convocatoria a la que concurren diferentes instancias de proveedores para que el gobierno ejerza el erario y cubra sus funciones.
De las licitaciones se desprenden adquisiciones, arrendamientos y servicios. Éstas pueden ser: a) Públicas para que acudan varios posibles proveedores. b) A cuando menos tres personas, o c) de Adjudicación directa. La más común (más justa y deseable) es la licitación pública. Pero se puede optar por los otros procedimientos: al menos tres instancias o adjudicación directa, cuando no existan bienes o servicios alternativos, o cuando exista un solo oferente o un solo autor de derechos exclusivos.
Es necesario tener presentes estos elementos planteados, ya que el gasto de la educación pública puede generar beneficio de los particulares, antes que a los destinatarios originales. Hace unos días, Luis Hernández Navarro (La Jornada 23/8/16) señalaba el convenio entre la Secretaría de Educación Pública y el Tecnológico de Monterrey, el cual está en las páginas electrónicas de ambas instancias. Sin embargo, en ninguna de las dos se hace referencia a la licitación ni al monto que se ejercerá para contribuir a la formación y capacitación integral de docentes en todo el país.
Para la actualización docente, sí hay alternativas e instancias públicas que se fortalecerían si el presupuesto se ejerciera con ellas. No resultaría raro encontrar conflictos de intereses en este como en otros casos. Tal parece ser que el dinero ejercido por la SEP para la capacitación de profesores sí será un traje a la medida, como refería el secretario Nuño. Pero a la medida de los empresarios.
* Jefe de redacción de Voces Normalistas

jueves, 13 de octubre de 2016

EU podría estar al borde de una era liberal, a pesar de Trump: David Brooks


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Mundo


EU podría estar al borde de una era liberal, a pesar de Trump
Sanders no creó esta expresión de izquierda, pero le dio voz
Este es un país cuya economía fue fundada sobre la esclavitud en sus inicios, cuya raison de etre implicaba desplazar a los indígenas americanos y donde buena parte de su territorio fue arrancada de México. La noción de gente diferente con diferentes niveles de pertenecer viene de bastante atrás
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 13 de octubre de 2016, p. 29
Nueva York.
La coyuntura política de Estados Unidos surge de corrientes históricas presentes desde los inicios de este país y, si bien tiene un lado extraordinariamente oscuro con el surgimiento de un candidato demagógico de derecha, también podría ser el amanecer de una era progresista, afirma el historiador Eric Foner en entrevista con La Jornada.
Foner es uno de los historiadores más prominentes y premiados de Estados Unidos, ganador del Premio Pulitzer en 2011, así como de otras distinciones (el Premio Bancroft, el Premio Lincoln) y ha sido presidente de las tres asociaciones nacionales de historia. Es autor y/o compilador de más de 24 libros sobre la historia de Estados Unidos, que abordan en particular la esclavitud, la guerra civil y la reconstrucción, así como sobre movimientos radicales progresistas y profesor de historia durante más de cuatro décadas en la Universidad de Columbia.
La charla transcurrió en su oficina en Columbia, rodeados de libros y de sabiduría colectiva. Esta es una versión editada de la entrevista.
–En esta elección ¿estamos en una coyuntura política única o hay precedentes?
–Sí es inusual, pero no tanto como algunos parecen creer. Es importante recordar que desde la revolución americana en adelante siempre ha existido una tensión en la vida pública en torno a los conceptos del nacionalismo, entre nuestros llamados ideales de libertad e igualdad y un fuerte componente racial que existió desde temprano con la esclavitud, y con leyes iniciales que limitaban la ciudadanía a algunos inmigrantes blancos. Los inmigrantes negros no pudieron volverse ciudadanos hasta 1870, y los asiáticos hasta los años 40 y 50 del siglo XX. En fin, siempre ha existido un fuerte componente racial en la concepción de quién es o no estadunidense.
“Este es un país cuya economía fue fundada sobre la esclavitud en sus inicios, cuya raison de etre implicaba desplazar a los indígenas americanos y donde buena parte de su territorio fue arrancada de México. La noción de gente diferente con diferentes niveles de pertenecer viene de bastante atrás.
“Pero también parte de lo que estamos observando (en esta elección) es la extension lógica de lo que Richard Nixon llamó la estrategia sureña. A finales de los 60 y principios de los 70 para atraer votantes blancos que estaban contra los avances de los movimientos de derechos civiles, y con ello se logró trasladar el voto blanco, antes demócrata, al Partido Republicano. George Wallace (gobernador de Georgia, feroz promotor de la segregación y enemigo violento del movimiento de derechos civiles) demostró que uno podía ganar apelando al resentimiento y el temor.
“Para mí, un Trump es la segunda venida de un tipo como George Wallace, pero con diferentes temas; son 50 años más tarde. Es más bien una combinación, un Wallace con el racismo y el etnocentrismo nacionalista y un Ross Perot, quien hizo campaña presidencial independiente en 1992 como empresario y no como político y fue quien colocó el tema del libre comercio en la agenda.
“Desde el fin de Ronald Reagan, ambos partidos políticos principales han estado en este molde neoliberal que ha sido devastador para mucha gente, y Trump ha captado parte de eso, esa gente que ha sufrido sin tener voz en la política nacional.
A la vez, hay algunos aspectos inusuales: Trump es una figura extraña; uno tendría que salir de Estados Unidos para encontrar algún equivalente, tal vez Berlusconi, de Italia, con la demagogia combinada con el elemento sexual. Trump es un poco de todo esto, pero no se puede decir que no tiene precedente.
–Pero ¿qué pasó con ese cambio que representaba Obama?
–Primero, Obama demostró que aún no podemos decir que somos post raciales en este país. Obviamente hay mucha gente que jamás aceptó como legítimo a Obama, como demostró ese cuestionamiento sobre su acta de nacimiento, entre otros. Pero también se tiene que agregar a la ecuación la crisis financiera de 2008 y que mucha gente cree, con cierta justificación, que el sistema político está amañado y que está en su contra. Y algunos creen que esto es en parte culpa de Obama; el resentimiento contra Obama no es sólo por la raza.
os banqueros la libraron sin ningún costo personal mientras millones perdieron sus hogares durante la crisis financiera. Obama llegó como el candidato del cambio. Enfrentó una crisis económica tremenda. La pregunta era si en verdad iba a cambiar algo, o sólo a remendarlo. Y decidió sólo remendar. Para mí, eso fue un error terrible y mucha gente se siente excluida de lo que ha ocurrido desde entonces y siente que nadie en Washington habla por ella. Por eso Trump logra que se le escuche; él es de fuera de Washington y puso esos temas sobre la mesa… Hasta que apareció Bernie Sanders en el escenario, nadie estaba abordando estos temas.
–Esta elección ha girado en torno al fenómeno de Trump, pero igual de notable es el surgimiento de una expresión de izquierda.
–Sanders no creó esa izquierda, pero le dio voz. Estaban Ocupa Wall Street y Black Lives Matter, entre otros; hay muchas izquierdas: eso es parte del problema, no tienen un paraguas debajo del cual todas puedan trabajar de manera conjunta, pero Sanders demostró la desafección, tal como lo hace Trump. Y él logró empujar al Partido Demócrata hacia la izquierda. La plataforma nacional de ese partido está entre los documentos más progresistas –uno tendría que regresar a la plataforma populista de 1894 o a FDR en 1936 para encontrar algo equivalente.
“Si Hillary gana –una centrista neoliberal– encabezará un partido que ahora está considerablemente a la izquierda de ella”.
–Usted ha escrito extensamente sobre los movimientos radicales y progresistas en este país, y ha recordado que estas expresiones no son nada nuevo, aunque esto suele quedar borrado u oculto aquí.
–Absolutamente no es nada nuevo. Sanders habla de socialismo democrático, pero en realidad él es unnew dealer de izquierda, lo cual ciertamente parece radical dado donde estamos hoy día. Lo que significa el socialismo en el siglo XXI no queda claro. En el siglo XX existía un modelo de socialismo… y todo socialista en el mundo tenía que definirse en torno a la URSS. De cierta manera ahora estamos de regreso a la situación antes de la Primera Guerra Mundial, donde existía un movimiento socialista mundial, incluso en Estados Unidos… pero no existía un Estado socialista, y por lo tanto, socialismo podía significar muchas cosas.
“Sanders colocó la palabra socialismo de regreso en el diálogo político, algo que en sí es notable para cualquiera que creció durante laguerra fría, como yo. El concepto de Ocupa Wall Street, de que hay un 1 por ciento y un 99 por ciento, donde el 1 por ciento está a cargo de todo y captando todos los beneficios, es ahora algo compartido entre amplios segmentos de la población.
–¿Qué le da esperanza?
–Pues, a pesar de Trump, podemos estar al borde de una era liberal considerable… Hay bases para tener cierto optimismo –por la propagación de una visión progresista de Sanders y otros–, que por ahora no se oye por el ruido de Trump, pero que estará ahí después de esta elección.
“Siempre tengo esperanza, ese es mi temperamento. Mi consigna básica es de Gramsci: ‘Optimismo de la voluntad. Pesimismo del intelecto’.”

domingo, 9 de octubre de 2016

Razones de la abstención colombiana

La Jornada
Opinión
Domingo 9 de octubre de 2016
Razones de la abstención colombiana
Guillermo Almeyra

La tasa de abstenciones en los comicios electorales colombianos siempre ha sido muy alta, con un promedio de cerca de 55 por ciento. Desde el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1948 la lucha entre liberales y conservadores fue cruentísima. Laviolencia creó millones de desplazados y centenas de miles de familias tuvieron muertos o desaparecidos. Los partidos tradicionales –Liberal y Conservador– comenzaron a tener políticas cada vez más semejantes y el intento de crear una izquierda fuera de ellos fue ahogado en sangre. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que nacieron como grupos campesinos liberales de autodefensa, evolucionaron a su vez hacia un vago comunismo estalinista y adoptaron métodos que fueron criticados hasta por Hugo Chávez.
Los casi 7 millones de desplazados de las zonas de combate entre las guerrillas, el ejército y los grupos paramilitares asesinos se fueron hacia el centro del país –la zona donde más votos obtuvo el no en el reciente plebiscito sobre los acuerdos de paz– odiando a todos los contendientes y se transformaron, con su miseria material y moral, en la clientela de la derecha política uribista.
Agreguemos a ese caldo de cultivo para el no que en la poblada costa caribeña, de tradición liberal y partidaria de la paz, cayeron lluvias muy intensas que aumentaron la abstención tradicional y que el vicepresidente de la nación, caudillo de esa zona, en su lucha interna contra el presidente Juan Manuel Santos, no hizo campaña por un sí que le hubiera dado prestigio internacional a su adversario. Las encuestas que daban por ganador al sí por 60 por ciento contra 40 por ciento del no también indujeron a muchos a confiar en el triunfo del sí y a no desafiar la lluvia para ir a votar: el resultado fue que en esa zona, aunque ganó el sí, la abstención superó la media nacional y llegó a 81 por ciento.
Pero el factor principal fue la falta de participación popular en los acuerdos, que se negociaron en La Habana a puertas cerradas. Las propias bases de las FARC conocieron el texto definitivo una semana antes del plebiscito cuando debieron votar en una consulta formal si lo aprobaban o no. La opinión de los movimientos sociales, de las izquierdas, de la otra guerrilla –el Ejército de Liberación Nacional–, de los sindicatos, de los intelectuales no fue tenida en cuenta sino de modo extremadamente indirecto. Un sector de la izquierda, por ejemplo, veía el referéndum como una maniobra de Santos para lograr una paz ficticia y con ella atraer inversiones estadunidenses y trasnacionales, pero no obtuvo seguridades.
Las FARC impusieron al gobierno una negociación de igual a igual, lo cual es positivo, pero actuaron como si fuesen representantes de la sociedad, lo cual no es real, y negociaron en las cúpulas con los gobiernos mediadores, sobre todo el venezolano y el cubano, y con el gobierno de Santos, ex ministro de Defensa de Álvaro Uribe, derechista y represor. Eso dio margen a las mentiras de Uribe y al temor. 
La falta de una alternativa también alejó de las urnas porque cuando como en Grecia en la primera candidatura de Syriza hay una esperanza, la abstención es mínima. Allí donde, en cambio, quienes se oponen lo hacen sólo en el marco de una disputa entre diferentes sectores y partidos capitalistas, la abstención crece y aumenta la derecha. Tal es el caso de Italia, Francia, España y, en nuestro continente, México, Argentina, Perú, Brasil.
El ganador de las elecciones en Sao Paulo, Brasil, por ejemplo, tuvo menos votos que la suma de los votos nulos, en blanco y de las abstenciones. Ganó la abstención porque Dilma Rousseff había gobernado para los capitalistas, con una política de derecha y con los mismos métodos podridos de los partidos tradicionales y porque el PT llamaba a volver a lo mismo. También en Argentina fomentan la abstención en 2017 los ignaros que hablan deCristina conducción y dicen sersoldados del kirchnerismorenunciando a pensar con su propia cabeza y apoyando a una ex presidente que no hizo ninguna autocrítica por el desastre que provocó y que llama a formar una nueva mayoría uniendo su equipo desprestigiado y corrompido con la derecha peronista y las minorías macristas. Por su parte, el español Podemos, que espera ganar votos de los socialistas pareciéndose cada vez más al PSOE de antes de su implosión empuja hacia la abstención a buena parte de sus propios simpatizantes de izquierda en el caso de una tercera elección en diciembre.
Porque no es posible proponer políticas reformistas de centroderecha y gobiernos limpios cuando el capitalismo, a escala mundial, agrava la crisis ecológica, reduce los derechos humanos y la legislación favorable a los trabajadores, recurre cada vez más a la represión, reduce los ingresos reales (atacando la sanidad, la educación, el transporte, los servicios públicos) y empeora las condiciones de trabajo.
¿Qué credibilidad puede tener Cristina Fernández de Kirchner si dos de sus ex primeros ministros son actualmente hombres de la derecha y si sus gobernadores y ministros de más confianza –toda gente del Opus Dei– apoyan a Macri mientras laconductora se olvida de que existen millones de trabajadores que no se identifican con los charros, que son agentes del Estado? Si un movimiento en México reclama ¡Fuera Peña!durante meses y su líder, de golpe y porrazo, pide sostener al presidente de Atenco y Ayotzinapa sin que nadie le pida rendir cuentas de ese viraje y un poco de democracia interna, ¿cómo va a llevar gente a las urnas para exigir un cambio social?
No hay apatía, desinterés. Lo que hay es asco por la política de los partidos procapitalistas, incluyendo los que dicen ser de oposición de izquierda y hartazgo ante la continua ofensiva del gran capital. Estamos en el hueco entre dos grandes olas: da la impresión de inmovilidad y resignación, pero se siente ya el bramido de la ola siguiente.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Repudio a los asesinatos del Profesor Ricardo Mejía S, y de la Joven Karen Rebeca Esquivel Espinosa de los Monteros

Repudio a los asesinatos del Profesor Ricardo Mejía S. y de la Joven Karen Rebeca Esquivel Espinosa de los Monteros  

El estado de México, desde hace años se ha convertido en la entidad federativa con mayor índice de violencia en el país; en efecto, los recientes asesinatos del Profesor Ricardo Mejía Samaniego (ocurrido en el Municipio de Los Reyes La Paz) y de la joven Karen Rebeca Esquivel Espinosa de los Monteros (perpetrados el 10 y 25 de septiembre respectivamente) confirman lo antes dicho.
Cabe señalar que, en el caso del profesor se muestra el carácter represor del régimen, pues éste fue durante toda su vida fue un luchador social;  era miembro de la organización política Izquierda Democrática Popular (IDP), además se distinguió por defender de los derechos democráticos de los trabajadores y clases oprimidas y participó de manera constante en la organización de colonias populares, asimismo se destacó por su lucha en favor de que la niñez y juventud mexiquense tuvieran el derecho a la educación; también fue un activo luchador en contra de la Reforma Educativa.  Podemos asegurar que, debido a su inquebrantable voluntad, su asesinato fue un crimen político.    

En el caso de Karen Rebeca Esquivel, es uno más de los feminicidios que constantemente son efectuados en el estado; ésta era una joven de 19 años que estudiaba en la Universidad Tecnológica de México (UNITEC) y después de tres días de su desaparición, en la Colonia Lomas Verdes Municipio de Naucalpan, fue hallada muerta, en la colonia Tejocote del mismo municipio.

A varios días de estos lamentables hechos, las autoridades no han dado con los asesinos, por lo anterior desde estas líneas nos sumamos a la indignación ciudadana y  hacemos una enérgica condena a estos atroces asesinatos, al mismo tiempo, exigimos seguridad para todos los ciudadanos del estado de México.   

¡Integrémonos en organizaciones de vigilancia en barrios o colonias para evitar los feminicidios y asesinatos de los luchadores sociales! 

Ismael Contreras Plata, Jaime Gómez  

  

martes, 4 de octubre de 2016

Luis González de Alba Roberto Escudero

Los días de González de Alba y Escudero

Manuel Aguilar Mora

Luis González de Alba y Roberto Escudero fueron la mancuerna dirigente principal de uno de los Comités de Lucha más dinámicos, combativos y decisivos del Movimiento Estudiantil Popular de 1968 (MEP). Luis amaneció muerto ayer 2 de octubre, aniversario de ese otro 2 de octubre, fecha icónica que marcó su vida como lo hizo a la historia de México de la segunda mitad del siglo pasado. Sólo un mes antes también Roberto encontró la muerte como consecuencia de un accidente fatal en su domicilio. Fue la conclusión de dos vidas que durante muchos años fueron paralelas y cuya trayectoria se inició en el Comité de Lucha de la Facultad de Filosofía y Letras. Y fue en ese Comité, en el que Carlos Sevilla y yo nos integramos en 1967, cuando iniciamos con ellos una camaradería muy fructífera y fraternal.

Yo había terminado mi carrera en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales pero me resistía a abandonar el campus de San Ángel en esos días, días febriles que preludiaban lo que fue el sacudimiento que cambió definitivamente nuestras vidas y que Luis logró capturar en su libro esencial, Los días y los años, sobre el MEP de 1968. La Ciudad Univesitaria de San Ángel era un hervidero de actividades culturales y políticas, ante todo político-revolucionarias, de huelgas de hambre por los presos políticos, de toma de camiones, de ocupaciones de aulas para que surgiera la Preparatoria Popular, de manifestaciones contra la guerra de Vietnam, de discusiones interminables sobre la revolución de mayo en Francia y la cultural en China, sobre el destino de Cuba después del Che y sobre “el proletariado sin cabeza”. En efecto, Escudero era un amigo íntimo de José Revueltas. Pepe, como le decíamos, era también otro miembro del Comité, compañero de todos nosotros con quien ya desde antes de que se iniciara el MEP compartíamos tertulias de todo tipo.

Después de la toma del ejército de la CU y ante todo después de la masacre de Tlatelolco, la represión nos dispersó y sólo poco a poco volvimos a reencontrarnos algunos de nosotros. Luis el mismo 2 de octubre fue detenido y Revueltas un mes después. Escudero, con la policía tras su huellas, decidió irse como polizonte en un avión al Chile de Allende. Sevilla, Álvarez Garín, Eduardo del Valle, el combativo Búho, Gilberto Guevara y tantos otros pasaron tres años o más en Lecumberri. Otro México comenzó a surgir en la década de los setenta, un México heredero de las jornadas de 1968, desgraciadamente muy sobredetermindas por su fatal clausura en la cruel noche de Tlatelolco.

Roberto y Luis fueron los dos miembros delegados permanentes del Comité de la Facultad en el Consejo Nacional de Huelga. A veces eran acompañados por otro u otra compañera, pero ellos dos eran los representantes fundamentales. Ambos tenían un gran reconocimiento y ambos eran fieles exponentes de las amplias y largas discusiones que se realizaban en el Comité, muchas de ellas promovidas por Revueltas. A diferencia de Escudero, Luis no mantenía una amistad con áquel, de hecho en posteriores escritos ha sido muy crítico de la figura de Revueltas. En cambio éste siempre hizo todo lo posible por entregarnos los frutos de su experiencia vastísima en la izquierda y a Luis incluso le dedicó todo un ensayo de teoría literaria cuando leyó en Lecumberri el manuscrito de su libro.

En 1967 Luis presidía el comité de lucha de la Facultad que desde la huelga universitaria de 1966 había sustituido a la “sociedad de alumnos” tradicional. El mimeógrafo del comité no paraba ni un minuto. De él salían miles de hojas impresas de muchos boletines, incluso del que Sevilla y yo publicábamos a nombre de la Liga Obrera Marxista (LOM) con el nombre de Perspectiva Mundial. Ni Luis, ni Roberto pertenecían a la LOM o eran trotskistas, ni tampoco eran miembros de otros grupos que allí confluían. Ellos pertenecían al Grupo Miguel Hernández, un grupo estudiantil que en el propio nombre llevaba el signo de su carácter. La vocación de Luis era claramente literaria, aunque los candentes aires emanados de los vientos de esos días no lo distinguían de los demás activistas por completo politizados. En la ceremonia que se realizó en memoria del Che Guevara, con el auditorio Justo Sierra a reventar, le tocó precisamente a Luis proponer lo que era ya la idea que recorría a todos los allí reunidos, cambiar el nombre del auditorio por el de Ernesto Che Guevara. Y así quedó, “el Che” fue se convirtió en uno de los auditorios que en 1968 fue el lugar de inolvidables asambleas.

Fue también en el mimeo del Comité de Filosofía y Letras que se imprimió el Proyecto de Nuevo Programa del CNH que redactó una comisión presidida por Carlos Sevilla y que precisamente él debía presentar en la sesión del CNH pero que la ocupación militar de la CU le impidió realizar. En cambio, Sevilla acabó esa noche en Lecumberri de donde salió cuatro años después.

Carlos Sevilla también se fue hace unos años como ayer lo hizo Luis y hace más o menos un mes Roberto. Para Ángeles Mastreta y Héctor Aguilar Camín, íntimos amigos de Luis, éste con esa “libertad salvaje y bárbara” que lo caracterizaba decidió quitarse la vida y precisamente tenía que ser un 2 de octubre. Fue el final de una vida compleja. Como las de Escudero y Sevilla. Las casi cinco décadas pasadas desde 1968 han hecho estragos en muchos. Los ideales de ese año se erosionaron en muchos de sus protagonistas centrales.

Aunque México es muy diferente hoy a lo que era en 1968, todavía falta mucho para que los ideales de los activistas, los líderes y los mártires del 68 sean plenamente instaurados en nuestro país. Como los atroces acontecimientos que han marcado el gobierno de restauración priista de Peña Nieto lo prueban, la lucha de 1968 no terminó en Tlatelolco. Se ha ramificado por múltiples caminos y objetivos. Falta mucho para instaurar una verdadera democracia, la igualdad y la independencia en México. Y en última instancia los hechos y las ideas que movieron en 1968 a miles, cientos de miles de mexicanos y mexicanas siguen siendo vigentes y eso es lo que es imperecedero y quedará como lo mejor de la vida de los protagonistas de esas jornadas.


Ciudad de México, 3 de octubre de 2016

sábado, 1 de octubre de 2016

Recorte a la educación

La Jornada
Opinión
Recorte a la educación
Hugo Aboites*
Las reducciones al presupuesto de la educación tienen consecuencias mucho más profundas de lo imaginable. Para empezar, la cifra oficial de 12 por ciento de recorte general es engañosa. No toma en cuenta que para que el sistema educativo pueda simplemente seguir funcionando en 2017 como en 2016 debe recibir un aumento de alrededor de 4 por ciento, para compensar la inflación de este año. Esto significa que el incremento que no se da para compensar la inflación debe contabilizarse como parte de la reducción: 12 más 4 por ciento significan que el recorte en realidad es de 16 por ciento. Si además tenemos en cuenta que el sistema educativo es muy dinámico, el aumento debe ser mayor al de la inflación. Es decir, debe ofrecer el mismo servicio del año que ahora termina a una población escolar que en 2017 sería más grande. Esto puede significar, digamos, cinco por ciento más, con lo que en realidad 12 por ciento –conservadoramente hablando– se transforma en más de 20 por ciento. Y, por cierto, hace que la educación mexicana se sitúe mucho más lejos del 8 por ciento del PIB que por ley debe dársele cada año. No es de extrañar, por todo esto, que convivamos con cientos de miles de niños y niñas sin acceso a la primaria; millones de analfabetos y de adolescentes, así como jóvenes sin secundaria ni bachillerato ni acceso a la educación superior, cerca de 40 millones de adultos sin educación media y superior. En realidad debería incrementarse el presupuesto para compensar la inflación, para atender con igual nivel que el año anterior a todos los estudiantes y, finalmente, para dar pasos hacia resolver el increíble descuido y abandono que sufre la educación en México.
Sin embargo, el problema del recorte para 2017 va todavía más lejos. Es el colofón de un largo periodo de presupuestos que sólo penosamente han servido para compensar el primer aspecto, el de la inflación. No es entonces un bache aislado, sino una fuerte caída en una trayectoria que ha sido de estancamiento en el nivel mínimo. No quema grasa (para utilizar la metáfora aplicada a veces al Estado); es un drástico ayuno que viene tras un largo periodo de dieta anoréxica y quema músculo. Como ocurre con los seres vivos, los sistemas como el educativo y las instituciones de enseñanza superior comparten el efecto que tienen las hambrunas prolongadas y buscan estrategias ante lo que perciben como amenaza a la sobrevivencia. Se retraen, incluso más allá de lo indispensable, y el sistema o la universidad deja de pensarse como un ente vigoroso que mira hacia dónde crecer, crear y desarrollarse, y se ve obligada a pensar en disminuirse para sobrevivir. Rodeados como están de un mar de exigencias, de más espacios, de maestros, de investigaciones, de respuestas a los problemas nacionales, de una difusión cultural tan potente como la docencia y la investigación, no pueden dar respuestas y viven para el presente. Surge el gremialismo, pero también la resistencia.
El futuro, además de incierto, es preocupante. Dentro de un año no estaremos mejor. El año próximo va a ser sumamente problemático para la economía, y no se ve cuándo desaparecerán o por lo menos disminuirá la fuerza de los factores que han generado la presente crisis. Hay fuertes señales de agravamiento: Trump es una terrible mala noticia, pero también Clinton, pues será una presidenta comprometida con los poderosos y débil ante una derecha conservadora ya fortalecida, que es capaz de imponerle una parte importante de su agenda asfixiante. Y México, que por años ha optado por poner su suerte en manos de procesos económicos que no controla, está a merced de esos nuevos escenarios.
Finalmente, es innecesario especular acerca de cuál podría ser el impacto social que tendrá este recorte (y los que le van a seguir) en el futuro de este país. Basta ver la tragedia del deterioro social, económico y político que hoy vivimos y que es resultado, en gran parte, de recortes que sufrió la educación en la década de los 80 y luego desde mitad de los 90. En 2007, en una carta publicada en La Jornadadirigida al ciudadano Felipe Calderón, una estudiante le informa que un grupo de jóvenes fueron asaltados por otros de su misma edad, puestos boca abajo, robados de sus pertenencias y –en el colmo de una rabia social que aflora constantemente en este país– uno de ellos fue asesinado de un balazo en la cabeza sólo por querer dialogar con los agresores. “Quiero informarle –concluye– que la bala que mató a ese joven estudiante de la UNAM, Alfonso Ríos López en 2007, fue disparada hace 25 años cuando la política económica neoliberal fue salvajemente implementada en México cancelando para los jóvenes” trabajo y educación (en Aboites, La medida de una nación: 549). Sirva de contrapeso el recordar que en los 80 no había la resistencia que hoy han generado luchas como la de los maestros en defensa de la educación pública. 
*Rector de la UACM