miércoles, 27 de julio de 2016

Crimen y castigo en el México de Peña Nieto



 
Crimen y castigo en el México de Peña Nieto
 
 Manuel Aguilar Mora

El 18 de julio en el Palacio Nacional, en la ceremonia de promulgación de un paquete de leyes para crear el Sistema Nacional de Anticorrupción (SNA) ante un auditorio compuesto por centenas de funcionarios y personajes del mundo oficial flanqueado a ambos lados por los presidentes de las cámaras del Congreso y secretarios de estado, el presidente Enrique Peña Nieto “pidió perdón”. Sus palabras fueron estas: “No obstante que me conduje conforme a la ley, este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el gobierno [...] en carne propia sentí la irritación de los mexicanos. La entiendo perfectamente; por eso, con toda humildad, les pido perdón”. Se refería al escándalo que en noviembre de 2014 provocó Carmen Aristegui y su equipo de periodistas cuando hicieron pública la adquisición de la familia de Peña Nieto de una mansión (la “Casa Blanca”), evaluada en varios millones de dólares, que le ofreció una constructora favorecida por su gobierno con contratos de miles de millones de pesos en una situación en que se dibujaba transparentemente un caso típico de tráfico de influencias, de corrupción flagrante.
 

Perdón y simulación

Como se sabe, en estos tiempos de crisis permanentes está de moda que los presidentes pidan perdón. En los últimos años varios lo han hecho desde Paraguay y Argentina hasta Francia y Noruega. Pero la soberbia inaudita de la dictadura del “peculiar”, “adaptativo” y “flexible” presidencialismo mexicano durante la mayor parte del siglo XX ha sido determinante para que en cien años sólo se conocen dos ocasiones de tal situación anteriores a la actual de Peña. La primera fue en 1911 cuando el dictador Porfirio Díaz desde el barco que lo llevaría al exilio a Europa declaró que él nunca había hecho nada para provocar la revolución que lo obligó a renunciar y si la historia así lo consideraría, desde ya pedía perdón por ello. La siguiente ocasión fue en 1982 cuando un lloroso José López Portillo pidió perdón a los pobres por haber sido incapaz de eliminar su miseria.
 

¿Por qué pidió perdón en esta ocasión Peña Nieto? Todos los análisis críticos convergen en señalar los terriblemente nefastos resultados de las elecciones de junio pasado en las cuales, entre otras perdidas, el PRI perdió varias gubernaturas de estados tradicionalmente bajo su hegemonía. El temblor se hizo sentir en las altas esferas y el primer damnificado fue el poderoso presidente priista, Manlio Fabio Beltrones, quien debió renunciar inmediatamente, eliminándose así como posible sucesor de Peña Nieto en 2018.
 

En esa derrota, que más pareció masacre electoral, el propio Beltrones reconoció que el PRI estaba pagando lo que hacía el gobierno de Peña Nieto. Y en efecto, desde 2004 el popularidad y la aceptación ciudadana de las acciones del presidente han caído como plomada, superando los records de descenso de popularidad habidos durante el anterior gobierno panista de Felipe Calderón. De hecho no se puede separar la derrota electoral de la decisiva derrota de la política de reformas estructurales que ha sido la bandera del gobierno peñista, derrota que reconocen grupos de la propia burguesía incluidos algunos de la jerarquía eclesiástica católica. Fue un año y medio el que transcurrió entre noviembre de 2014 y la “humilde petición de perdón”. Mucho se habrá discutido en el grupo cercano al presidente para que éste se decidiera a doblar su soberbia frente a una nación que le ha vuelto la espalda en su abrumadora mayoría si atendemos a las encuestas de “popularidad” tan de moda.

 

Pero dentro de esta estrepitosa caída de un gobierno que aspiraba a restaurar la hegemonía priista destaca sin duda la lucha de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) contra la (contra)reforma educativa que ha puesto en movimiento en todo el país al numeroso gremio de trabajadores de la educación, movilizaciones que desde mayo han puesto en la calle a cientos de miles de manifestantes, con las consecuentes derivaciones en el despertar de otros sectores populares.

 

Por tanto los momentos de la trayectoria de decadencia e ilegitimidad del gobierno actual integran una lista en la que el asunto de la “casa blanca”, aunque provocó no sólo “irritación” como dijo Peña, sino una gran indignación popular, no es ni mucho menos el más grave. Tlataya, Ayotzinapa, Nochixtlán, la luz verde a la privatización energética, la reforma “educativa” que en realidad es una contrarreforma laboral, endeudamiento en espiral, preocupante devaluación del peso, auge sin igual de la corrupción en los estados y en el propio gobierno federal estos son los verdaderos momentos que han hundido al gobierno de Peña Nieto.
 

El presidente pidió el “perdón” al anunciar las nuevas leyes anticorrupción que ya llevan su absolución, pues incluyen la inmunidad presidencial. Además según él no infringió ninguna ley en el asunto de la “casa blanca”, todo fue realizado conforme a derecho. El “perdón” lo pidió por un “error” cometido, no por un delito. El “daño a la investidura presidencial” y la “desconfianza al gobierno” se debieron a que los mexicanos son muy mal pensados y atribuyeron el hecho a un acto de corrupción. Pero no, todo fue un malentendido de “percepción”. Al mismo tiempo y a pesar del “humilde perdón”, manejado desde Los Pinos Joaquín Vargas del canal televisivo MVS Comunicaciones, persigue a Carmen Aristegui, quien se encargó de hacer pública la existencia de la “casa blanca” en dicha señal y después fue despedida por ello. Ahora interponiendo una demanda  judicial por “daño moral” le exige a Aristegui una cantidad millonaria de “indemnización” por el prólogo que ha escrito al libro La Casa Blanca de Peña Nieto. La historia que cimbró al gobierno y demanda a la editorial Grijalbo  (perteneciente al conglomerado de la Penguin Random House) que retire el prólogo del  libro ya en circulación.

 

Así, de hecho no habrá castigo y se impondrá la impunidad, como se ha impuesto siempre en las alturas gubernamentales. En eso también México es especial. Como en España, como en Brasil, como en muchos países la corrupción es una enfermedad congénita del capitalismo, en especial de sus gobiernos. Pero en muchos de estos países también, la lucha contra ella tiene a veces resultados efectivos y se puede apreciar como ciertos antiguos gobernantes corruptos son encarcelados. No en México, hay innumerables casos para probarlo. Está el escándalo del ex gobernador de Coahuila y ex presidente del PRI Humberto Moreira, apresado en España hace unos meses y liberado inmediatamente ante las presiones del gobierno de Peña. En estos mismos días están los escandalosos casos de los dos gobernadores salientes priistas de Veracruz y Chihuahua, quienes son públicamente señalados como involucrados en negocios sucios que involucran miles de millones de pesos e incluso en el caso de Veracruz, Javier Duarte está implicado en varios infames asesinatos de periodistas críticos a su gobierno. Todos los indicios señalan que saldrán impunes, no en menor medida gracias al gobierno de Peña Nieto.
 

El crudo carácter clasista de la justicia se aprecia sin duda en las cárceles de México, llenas de delincuentes de pequeños delitos e incluso de muchos inocentes que han caído en los engranes de una justicia también corrupta. Cárceles que fueron creadas para poblaciones tres o cuatro veces menores de las que actualmente tienen: celdas para tres o cuatro internos que están abarrrotadas hoy con diez o doce personas, algunas que deben dormir amarradas de los barrotes. Pero también hay para una pequeña minoría, celdas especiales que más bien parecen cuartos de hotel de varias estrellas.



La CNTE, el detonador masivo
Desde mayo las movilizaciones iniciadas en los bastiones sureños de la CNTE, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán se han expandido a todo el país con más o menos fuerza. Las ondas han llegado al lejano norte con manifestaciones en Baja California (Tijuana), en Sonora, en Nuevo León e incluso en la capital del país, la Sección IX del SNTE, la más numerosa con cerca de 100 mil maestros ha comenzado a movilizarse. El punto de quiebre que escaló la oleada de protestas nacionales fue la masacre de Nochixtlán. El gobierno tuvo que ceder, aceptó “negociar” con la representación de los maestros e incluso se vio obligado a mover a su pieza mayor dentro de la burocracia sindical del magisterio, el charro dirigente del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), su secretario general Juan Díaz de la Torre, impulsándolo para que encabece una “revaluación de la reforma educativa”, tratando crudamente de arrebatarle banderas a los profesores disidentes. Por su parte el sector más ultra de la burguesía, que ha estado empujando por una política sin cuartel contra la CNTE (el grupo llamado “Mexicanos primero”), así como sectores de empresarios afectados por las movilizaciones, bloqueos y plantones de carreteras y vías férreas (hoteleros de Oaxaca, empresas mineras, automotrices y siderúrgicas) exigen al gobierno la mano dura y en un manifiesto proclaman “no queremos un gobierno que doble las manos” y piden sin tapujos el “¡uso de la fuerza pública!” Todos estos movimientos, incluso un viaje intempestivo de Peña Nieto a Washington a entrevistarse con Obama en los últimos días así como el nombramiento de un nuevo presidente del PRI, un funcionario por completo desconocido públicamente, salido de los cuadros tecnócratas del gobierno (era el director de la Comisión Federal de Electricidad), son la demostración palpable que en elestablishment cupular  algo muy importante está sucediendo. Y no es para menos, la temperatura de la crisis aumenta cada día que pasa.

 

Así ha llegado el 26 de julio, después de 22 meses de la masacre de Iguala y la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, de nuevo la manifestación de los familiares de los 43 estudiantes se ha dado y ha coincidido con el inicio de unas jornadas de movilizaciones que la CNTE y sus aliados han programado para 28 entidades, en las cuales los diversos contingentes reivindicarán junto al rechazo de la reforma educativa gubernamental los problemas y las demandas que tengan en sus lugares. Confrontando las “mesas de diálogo” oficiales en las que el gobierno quiere desahogar el malestar magisterial, la CNTE ha anunciado un Foro para el 3 de agosto en el cual se discutirá un “Proyecto de educación democrática” en que participarán un conjunto de intelectuales y académicos progresistas que se han declarado solidarios con las protestas y presentarán propuestas alternativas.

 

Precisamente este día los representantes de la CNTE, después de la pausa, reiniciarán las pláticas sin fin, dilatorias, verbalistas, fatigantes con Gobernación en las que los funcionarios sólo dan largas en espera de los golpes contundentes que pongan fin a las protestas. El problema es que en Nochixtlán ya apreciaron a lo que se enfrentan, de tal modo que arriesgarse a una represión aún mayor, digamos un nuevo Tlatelolco, podría ser del todo contraproducente.

 

Pero también se va agotando la acción preferida de la dirección de la CNTE consistente en movilizar y negociar y de nuevo volver a lo mismo. Así llevan más de veinte años con dicha táctica. Es una visión que se queda en los límites del gremialismo sin haber podido forjar una estrategia integral independiente que despliegue por entero y con fuerza el potencial de lucha no sólo de los trabajadores de la educación sino para el conjunto de los trabajadores mexicanos. Es en este nivel estrictamente político en donde se encuentra el meollo del problema actual. Las luchas intransigentes y firmes de los maestros de la CNTE y sus aliados todavía no han conducido a la forja de objetivos políticos revolucionarios a pesar de que el contexto social los exige con urgencia. Es evidente que hoy el nivel que ha alcanzado la extraordinaria movilización de los trabajadores de la educación primaria y secundaria, que son los que integran básicamente la CNTE, ya inspira a muchos otros sectores, en especial de trabajadores. Pero es necesario que se les convoque a la lucha conjunta. Por ejemplo es necesario organizar a la totalidad del magisterio para que se integre un movimiento que abarque a todo el país. Esto significa una restructuración democrática de la dirección de la CNTE que permita la integración en ella de los representantes de los diversos movimientos del centro y el norte del país que actualmente no pertenecen a la CNTE. O también dirigirse al sector de las decenas de miles de trabajadores de los centros de educación superior (universidades y tecnológicos) que comienza a entender que las consecuencias de la tal “reforma educativa” serían devastadoras para ellos. Todo señala a que en la agenda en el próximo periodo está la preparación de acciones contundentes que jamás han sido realizadas en la historia de los trabajadores mexicanos, en especial la lucha por un paro, una huelga nacional.

 

La sucesión presidencial de 2018

Peña Nieto y con él todos los dirigentes de los partidos ya están  preparándose para las elecciones presidenciales del 2018. La situación del PRI hace casi una misión imposible la del novato en la política que es Enrique Ochoa su nuevo presidente, a saber, lograr que el candidato presidencial priista pueda ser el sucesor de Peña Nieto. Pero la burguesía mexicana tampoco tiene una posición cómoda pues ante el fracaso de la restauración del gobierno de Peña Nieto, el otro partido burgués con el que cuenta, el PAN no tiene precisamente una gran popularidad en el seno de las grandes masas. El PRD está descartado como protagonista central y su papel es de satélite de los dos partidos burgueses mayores pues ha quedado hecho girones después de su descarada alianza con ellos en el Pacto por México y ante todo por su nefasto papel en los sucesos de la noche de Iguala. Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) el partido de López Obrador sólo es apoyado por grupos burgueses minoritarios y parece muy difícil, a pesar de su abierta política conciliadora, que se gane el apoyo de los grupos pesados de la clase dominante.

 

Hasta hoy la mayoría de los dirigentes de la CNTE han provenido de organizaciones y tradiciones frentepopulistas promovidas por los grupos estalinistas y sus derivaciones (maoístas, albaneses, etc.)  En la práctica esto ha significado que sin decirlo abiertamente, su orientación favoreció en un principio claramente a la política perredista. Hoy con la crisis estrepitosa del PRD muchos voltean hacia AMLO. Pero una alianza con Morena sería el caso clásico de lo que Trotsky llamaba refiriéndose a la alianza de los dirigentes socialistas, comunistas y anarquistas en el frente popular español de 1936, una alianza con “la sombra de la burguesía”. En efecto, ¿por qué, los trabajadores mexicanos en lugar de forjar una alternativa política propia, independiente, poderosa y fiel a sus intereses, deberían apoyar un partido que los subordinara con “la sombra  de la burguesía”? ¿Por qué continuar con el seguidismo tradicional a los grupos burgueses que caracterizó al movimiento obrero en el siglo XX encabezado por los dirigentes nacionalistas de todo tipo y reformistas estalinistas como Vicente Lombardo Toledano?

 

La CNTE, sus aliados y el conjunto de los grupos independientes, socialistas y revolucionarios que actúan en el movimiento de resistencia y de lucha contra las políticas del gobierno de Peña Nieto y los demás partidos burgueses, deben prepararse ante los próximos desafíos cruciales que confrontarán muy pronto y comenzar a discutir y forjar la estrategia anticapitalista que por primera vez en la historia de México permita erguirse a la fuerza de sus trabajadores como la única alternativa política democrática e independiente capaz de liberar al pueblo de la situación convulsiva de decadencia en la que hoy se encuentra como resultado de la política de violencia, corrupción y represión de los grupos dominantes. El combate de los trabajadores de la educación ha permitido crear las condiciones para hacer efectiva esta esperanzadora y revolucionaria perspectiva hoy mismo en México. Es la tarea de los sectores más conscientes y de vanguardia iniciar los esfuerzos para lograr este objetivo convocando a reuniones y acciones que vayan en esa dirección.

 

 

Ciudad de México, 26 de julio de 2016.

A 22 meses de la masacre de Iguala y la desaparición de los 43 de Ayotzinapa.

 

 

 

 

 

domingo, 24 de julio de 2016

Frenemos el crecimiento de un nuevo Adolfo Hitler o un Benito Mussolini en nuestras fronteras


La Jornada


Opinión

El viejo vientre inmundo es aún fértil
Guillermo Almeyra

B
ertolt Brecht ya nos previno: el viejo vientre inmundo que parió el fascismo y el nazismo como conclusión lógica del liberalismo sigue dispuesto a parir monstruos.
En efecto, casi todos los gobiernos pisotean desde hace años los derechos democráticos y, mediante los ajustes y la liquidación de los derechos laborales, se empeñan en hacer volver a los trabajadores a la situación imperante en el siglo XIX. También crece el racismo, la xenofobia, la discriminación étnica y religiosa que parecían superados con la derrota del nazifascismo. A nivel mundial y desde los años 80 asistimos a una prolongada y gigantesca ola reaccionaria.
En el país de la discriminación racial, del Ku Klux Klan, de los linchamientos hasta hace unos 60 años, de la ignorancia de masas organizada (42 por ciento de los estadunidenses cree que Dios creó al mundo en siete días) y del antisocialismo visceral han surgido dos movimientos paralelos, aunque de distinta magnitud, que entierran la teoría oficial del modo de vida estadunidense.
Por un lado, por la izquierda, presenciamos el crecimiento de la rebelión –que no teme ya llamarse socialdemócrata detrás del senador Sanders– de una parte importante de los intelectuales y estudiantes y de las minorías étnicas (negros, latinos) y su diferenciación del Partido Demócrata, al que seguían mayoritariamente desde Franklin Delano Roosevelt y su New Dealdespués de la Gran Depresión en los treinta.
En el versante opuesto ha crecido brutalmente una base de masas para un clericalfascismo a la estadunidense detrás de un capitalista aventurero –Donald Trump– de una ignorancia, una brutalidad y un primitivismo sin precedente.
Este individuo acaba de ser nombrado por un sector minoritario del gran capital candidato a presidente por el Partido Republicano y se apoya sobre la ignorancia de la inmensa mayoría de los ciudadanos y sobre su patrioterismo chovinista que les hace creer que su país es el centro y el gendarme del mundo.
Su base principal es el resentimiento y el racismo de los sectores más atrasados de los trabajadores, cuyo nivel de vida ha bajado continuamente desde hace años. Esa gente, como el Tea Party, atribuye su decadencia social a lo que consideran liberales y radicales (para ellos Obama y los Clinton entrarían en esa categoría).
En la época de la difusión de las armas atómicas (que incluso Corea del Norte posee) el triunfo de un hombre que desbarataría la economía de su país y la del mundo y recurría sin problema alguno a una guerra que podrá destruir Estados Unidos, sus adversarios y toda la civilización, la candidatura de Trump y la posibilidad de que sea electo debería movilizar inmediatamente a todas las víctimas de la política de Estados Unidos, a los demócratas del mundo y principalmente a los mexicanos en Estados Unidos o en México.
Hitler podría haber sido evitado y con él la Segunda Guerra Mundial. Hay que hacer todo lo posible para evitar un gobierno estadunidense que practique el fundamentalismo religioso y que esté en manos de un sicópata armado hasta los dientes. 
Ahora bien, desde el gobierno capitalista nacional chino que restringe los poquísimos derechos democráticos hasta el de Vladimir Putin o el francés que impone por decreto una ley laboral rechazada por la inmensa mayoría de los franceses, todos los gobiernos recurren al chovinismo y a la xenofobia y practican una represión cada vez más violenta. La izquierda, en el mejor de los casos, libra batallas sindicales defensivas, sin comprender lo que está en juego a nivel internacional ni pensar estratégicamente.
Por supuesto, la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton, es servidora del capital financiero internacional y belicista, como lo demostró cuando fue canciller de Barack Obama. Los dos candidatos en Estados Unidos defienden al capitalismo en general y al imperialismo estadunidense en particular. En eso son iguales, pero en las otras cosas no. En Argentina cometí el error de juzgar sociológicamente los dos candidatos que fueron al balotaje y me abstuve diciendo que iban a aplicar el mismo programa, pues eran igualmente antiobreros y corruptos, lo cual es cierto, pero pasé por alto el detalle de los métodos y lazos de quien proponía tirarnos a las brasas (Mauricio Macri) y de quien prometía hervirnos lentamente (Daniel Scioli). No es lo mismo, en efecto, un gobierno de François Hollande que uno de Jean-Marie Le Pen, aunque el primero prepare el del segundo…
Por consiguiente, lo recomendable a los latinos y trabajadores en Estados Unidos es organizarse, inscribirse en el padrón electoral y votar críticamente por Hillary Clinton, tapándose la nariz y sin tener en ella ni un mínimo de confianza.
Desgraciadamente aún no se puede votar por un partido obrero independiente y socialista, que hay que construir junto con los sindicalistas más combativos.
Los trabajadores y los sindicatos clasistas en México deberían ayudar a esa tarea con declaraciones y organizadores de los emigrantes para preservarse de las consecuencias de la política de Trump. Porque, entre otras cosas, si éste eliminase el TLC no sería para restaurar la situación en el campo mexicano que existía en los años 80, sino para rebajar aún más el nivel de vida en lo que queda de los campesinos de México, decretando más subsidios y medidas favorables a los agricultores capitalistas de Estados Unidos.
Una de las principales infamias de los gobiernos del PRI y el PAN desde Salinas de Gortari es la total sumisión del país a los intereses del gran capital estadunidense, lo cual ha convertido al Estado mexicano en un semiestado. Enrique Peña sirve a Obama y él o su gente servirán a Trump si llegase el caso. No se puede, por tanto, ni siquiera escuchar a quien no se pronuncie desde ahora contra el candidato neofascista. Frenemos el crecimiento de un nuevo Adolfo Hitler o un Benito Mussolini en nuestras fronteras.

viernes, 22 de julio de 2016

La evaluación estandarizada no garantiza calidad de la enseñanza: investigadores

La Jornada

Políticaçç


Sólo contribuye al deterioro, al cierre de escuelas y el despido de maestros
La evaluación estandarizada no garantiza calidad de la enseñanza: investigadores
La reforma educativa violenta derechos de profesores y alumnos, afirman asesores de la CNTE

Emir Olivares Alonso
 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de julio de 2016, p. 5
La llamada reforma educativa es, en realidad, una reforma política, administrativa y laboral, que atenta contra los derechos laborales del magisterio y también contra los derechos de los niños a recibir una buena educación.
Afirmaron lo anterior los 14 investigadores universitarios que integran el grupo asesor de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) para las pláticas con la Secretaría de Gobernación, en una declaración política que se presentó durante la mesa de diálogo con funcionarios de esa dependencia y la Secretaría de Educación Pública (SEP), el martes pasado.
Los universitarios rechazaron el planteamiento de las autoridades federales de que los derechos de los menores a recibir educación están por encima del derecho de los docentes a defender sus condiciones laborales. “Estas normas no pueden contraponerse para sostener que la ‘calidad’ de la educación sólo se puede construir mediante la creación de un régimen de precariedad laboral para el magisterio”.
En el grupo asesor participan investigadores reconocidos a escala internacional por sus aportaciones en el estudio de temas educativos, como Hugo Casanova, de la Universidad Nacional Autónoma de México; Tatiana Coll, de la Universidad Pedagógica Nacional; Antonia Candela, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados; César Navarro, del Instituto Mora, y Teresita Garduño, de la Universidad Autónoma Metropolitana, así como Hugo Aboites y Manuel Pérez Rocha, rector y ex rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, entre otros, quienes hacen severas críticas al punto nodal de la reforma educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto: la evaluación Hay evidencia internacional sustentada, enfatizaron, que muestra que la evaluación estandarizada no mejora la calidad de la educación, sino que contribuye al deterioro de la misma, a la polarización de sistemas educativos, al cierre masivo de escuelas públicas para los sectores más empobrecidos y al despido de profesores.Las primeras evaluaciones aplicadas a los maestros como parte de la reforma, subrayaron,lejos de llevar a una profesionalización, conduce a la precarización del trabajo docente con la contratación, a menudo temporal, de personal con nula formación pedagógica. Amén de que se aplicó en condiciones inhumanas y con grandes fallas técnicas, inconsistencias e irregularidades de los instrumentos de evaluación reconocidos e implementados por la SEP y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Propusieron la suspensión de todo sistema de evaluación punitivo y de sus consecuencias legales y laborales, pues el clima amenazante del proceso de evaluación continúa y es impulsado por las propias autoridades. Con la reforma, agregaron los expertos, la administración federal insiste en una gestión absolutamente centralizada en el gobierno nacional y los gobiernos estatales; supervisores, directores y maestros “aparecen como meros operadores responsables de ‘bajar’ a las aulas las políticas y los programas de estudios”


domingo, 3 de julio de 2016




Política

Actual embajador en el Vaticano, el priísta se niega a convivir con la menor
Palacios Alcocer incumple con pensión alimenticia de su hija, denuncia ex pareja
Sanjuana Martínez

Especial para La Jornada
Periódico La Jornada

Domingo 3 de julio de 2016, p. 8Mariano Palacios Alcocer, embajador de México ante el Vaticano, fue demandado por incumplimiento de la pensión de alimentos y régimen de convivencia de su hija, de cinco años, ante el juez 37 de lo familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
La demanda fue interpuesta en enero pasado por Itzel García